Cuando la fe se vuelve tangible
En el desarrollo de nosotros como seres humanos la gran mayoría tenemos la interrogante del propósito de nuestra existencia, esto tiene que ver con el proceso de maduración y el sentido de pertenencia, es decir, el ser parte de una sociedad. Es en esta etapa de la vida donde muchos tomamos decisiones trascendentales. Algunos nunca logramos encontrar un verdadero propósito de vida y terminamos viviendo vidas superficiales o si bien decimos encontrarnos en paz, pero nuestro hacer dice lo contrario. Lo más probable es que el concepto de fe que manejamos está errado y muchas veces no entendemos que somos seres que necesitamos de la fe, de la esperanza y del amor como para trascender en la vida. Es por eso la importancia de fundamentar racionalmente el origen de nuestra existencia mediante evidencia y para eso iniciamos entendiendo que la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, pero basada en el conocimiento de Dios por medio de su palabra y por medio de su testimonio, para lo cual entender que la evidencia de la existencia de Dios mediante el método histórico es totalmente tangible y da propósito a nuestra existencia, por medio del testimonio de Dios sobre su pueblo Israel, teniendo en la vida de Jesús la esperanza de vida eterna. Ya no solo nacemos, nos desarrollamos y morimos, ahora tenemos esperanza de vida eterna por medio de Cristo, para vivir vidas con propósito eterno.
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Hebreos 12:2